23 octubre 2012
""LOS RIOS DE TAPACHULA"
“LOS RIOS DE TAPACHULA”
Es de todos conocido que Tapachula, quiere decir: “Lugar Anegadizo” lo cual es comprobable por los ríos que riegan la zona y en los que tuve la dicha de bañarme y nadar en sus pozas de aguas cristalinas, hoy es casi imposible, yá que todos han sido contaminados por el progreso y las malas autoridades ambiciosas que no han sido capaces de conservar ese “Tesoro” que es el “Agua” y con la cual bendijo Dios a Tapachula, al dársela en abundancia.
Familia de día de campo en un río.
Tres son los principales ríos de Tapachula, EL COATÁN, TEXCUYUAPA Y CAHUACÁN.-
“EL RIO COATAN”
El Coatán, siempre ha sido el más caudaloso, yá que nace en las faldas del Tacaná del lado de Guatemala, atraviesa la zona cafetalera, donde descargan las nubes su caudal al ser llevadas por los vientos del Pacífico y chocar con la mole de más de más de 4,000 metros de altura del volcán Tacaná, pasa a inmediaciones de Tapachula y Mazatán y desemboca en el océano Pacífico por la barra de San Simón.
Recuerdo que todos los años se crecía y era un espectáculo verlo arrastrar árboles y algunos animales, nunca gente, a ésas crecidas les llamaban “Temporal” nuestros padres y abuelos, nunca nos ha llegado un “huracán” pues por lo general todos se forman en el Atlántico, y, cuando se internan a Chiapas por Quintana Roo ó Belize chocan con el Tacaná y descargan su furor convertido en torrenciales aguaceros.
El mal tiempo que se originó por el huracán Stan, nunca debió de haber hecho los estragos que hizo el Coatán por el “Mal Tiempo” que se inició el 4 de Octubre de 2005, yá que las personas que fueron afectadas, nunca debieron de instalarse en el cause del río, que siempre fue y seguirá siendo del “Coatancito” hasta “El Tiplillo”, Nuestros gobernantes y políticos ambiciosos y corruptos, tienen mucha culpa al permitir y promover esos asentamientos en zona tan peligrosa.
Continuando con el río Coatán, cabe recordar que por el rumbo del puente del ferrocarril Panamericano (Hoy extinto) cuando la crecida estaba en su clímax un amigo llamado Manuel Morfín (Q.E.P.D.) se lanzaba a las embravecidas aguas del Coatán sin ningún salvavidas, por el solo placer de cruzarlo.
También es de recordar que por allá de los años 1930/40, para ir a las fincas cafeteras, se hacía por el camino que pasaba por el actual Beneficio de Café La Esperanza, a la altura de lo que hoy es la Colonia Xochimilco, los camioneros de entonces y que conocí, eran: Manuel Sumuano, Enoch Solís, Manuel Milla y José Rodríguez, “Rodriguitos”, atravesaban el río Coatán, en tiempo de secas en vados o puentes provisionales, pasando por la finca “Manga de Clavo” de Don Catarino Águeda
Cuando empezaban las aguas casi siempre a fines de Abril y principios de Mayo, a las primeras crecidas se llevaba el Coatán vados y puentes, entonces Don Catarino Águeda, instalaba unas “garruchas” y, en improvisados asientos pasaban las personas de un lado a otro, tambien las mercancías que llevaban los camiones. Algunas veces me tocó pasar en la garrucha, se sentía muy bonito; al terminar las aguas, que por lo general era en el mes de Octubre, al último aguacero torrencial le decían nuestros padres y personas mayores “El Cordonazo de San Francisco” porque era más o menos en los primeros días del mes de Octubre y casi todas las personas mayores decían, yá se van las aguas, porque yá “Trono El Rayo” y efectivamente eso sucedía.
Más o menos a la altura en que se encuentra hoy el Instituto Mexicano del Seguro Social, se encontraba la poza “La Tablona” que era una piedra grande en cuyo derredor se formó la poza, más abajo estaba la poza del “Vacilón” que se formaba en un saliente del paredón, es decir donde terminaba la loma que fue rebajada cuando se hizo la carretera costera, allí se le unía el río “Tiplillo”, no existía ningún rancho, y, en su margen izquierdo rumbo al mar, había un basurero. Muchas veces fui a bañarme a esa poza con los amigos del rumbo cuando viví en la esquina que hoy forman la 12ª. Av. Sur y 2ª. Calle Poniente, que en ése tiempo eran intransitables, por la cantidad de enormes piedras que había en esas calles y que aún no estaban abiertas al tránsito. La poza tenía bastante corriente y se formaba en un recodo un “remolino” y no todos la cruzaban por el miedo que siente uno cuando es chamaco al sentirse jalado por el remolino, en la playa de arena que era muy fina jugábamos a los “gallos”, que eran bolas de lodo endurecidas, que hacíamos rodar en una zanjita para que chocaran, lógicamente la que se rompía al choque perdía, también jugábamos a esconder una piedra dentro de la poza, así como a los encantados, no había maldad en nadie y rara vez habían pleitos, nunca hubo un ahogado, pues los grandes cuidaban a los chicos y los enseñaban a nadar.
“EL RIO TIPLILLO”
El río “Tiplillo” es un afluente del Coatán y que en el año 2005 se desbordo causando destrozos, corría encajonado pegado al paredón del otro lado de la actual carretera costera, de curso muy lento por ser cenagoso y nunca dio problemas, ni aún en las mas grandes crecidas, pues no tenía nada que obstruyera su cause y derramaba sus aguas en
el Coatán, sin ningún problema. Recuerdo que con mi primo Jesús Flores García, fuimos varias veces a pescar al río Tiplillo, que como dije anteriormente era cenagoso de curso lento y corría pegado al paredón, los peces se metían en los agujeros y cuevas del paredón y allí los agarrábamos con las manos.
También con mi primo Jesús, pero en el río Coatán, nos tocó ver un fenómeno curioso en ocasión que llovió y estábamos pescando, se quito el agua y salió el sol y de repente vemos que algo saltaba en el agua y venía hacía arriba, al llegar donde nosotros estábamos vimos que se trataba de muchos pescaditos de los que se llaman “pupos” que iban en contra de la corriente y con nuestras camisetas agarramos algunos, que luego los soltamos, este fenómeno no lo he vuelto a ver.
(Me imagino que estos “pupos” tienen algo de parentesco con los Salmones cuando van a desovar)
Siguiendo con los ríos de Tapachula, es conveniente recordar que en el río de “Las Huacas”, y en los terrenos del amigo Juan Palacios, había una poza bastante profunda que formó una cascada, la cual Salió a la luz, al entrar la carretera costera, tambien muchos amigos fuimos a bañarnos a “La Cascada”, que en ése entonces era zona de potreros, éste río es afluente del Coatán, no sé si aún “La Cascada” tenga sus aguas sin contaminar.
“EL COATANCITO”
“El Coatancito”, se formó por la desviación del río Coatán hecha por Don Bruno García Mijares, para la presa que construyó por el rumbo de lo que hoy es la colonia “Xochimilco”, para la generación de energía eléctrica a base turbinas “Pelton”, que dio luz a Tapachula y pueblos circunvecinos. En el “Coatancito” estaba a la altura de lo que hoy es la 12ª. Av. Norte y 7ª. Calle Poniente, la poza “Del Pan” llamada así, porque en sus márgenes habían árboles de ésa fruta, eran tambien aguas limpias, donde muchas veces me bañe, no había nada poblado, solo estaban las hortalizas de los chinos.
“El RIO TEXCUYUAPA”
En el Texcuyuapa, habían dos pozas muy bonitas y limpias, “El Bejuco” y “La Goteadora”, donde nos íbamos a bañar toda la chamacada del nororiente de la ciudad, es decir “Barrio Nuevo”, pues de chico viví en la esquina que forman la 1ª. Av. Norte y 7ª. Calle Oriente, precisamente frente de donde hoy está el taller del amigo Gustavo Gonzzalí, van mis recuerdos para mis amigos de la infancia, Tomás Reay, Javier Cristiani, Carlos López Estrada, Enrique y Alberto Moody, Javier y Roberto Vázquez y los Maldonado. En esa época Doña Leonor, la mamá de mi amigo Javier Cristiani, se dedicaba a vender gallinas en caldo por piezas y Javier siempre me llamaba para que fuera a ayudarlo a pelar las gallinas y en premio su mamá nos daba nuestra porción de caldo y alguna pieza de gallina, “gallina de rancho” que sabrosas. Aún no habían granjas avícolas.
“LA POZA DEL BEJUCO”
La poza del “Bejuco” llamada así porque de los árboles que habían en el paredón donde se formaba la poza, pendían varios “bejucos”, en los que nos colgábamos para tirarnos al agua, ó permanecíamos colgados para ver quien aguantaba más tiempo sin caer al agua.
Por cierto que en la poza del “Bejuco” aprendí a nadar “al empujón como muco”, pues los chamacos más grandes, cuando uno estaba en el paredón agarrado del bejuco, en un descuido te empujaban y quedaba uno colgado del bejuco y no te dejaban que llegaras al árbol de donde pendían los bejucos, y lógicamente te cansabas y te soltabas cayendo a la poza y a dar manotazos para poder salir del agua, desde luego que otros chamacos te ayudaban y lograbas salir, así aprendimos muchos a nadar. En mi caso fue con mis primos, Ignacio Caballero (Q.E.P.D.) y Vicente Caballero. Esta poza estaba más o menos a la altura de lo que hoy es la 15ª. Av. Norte y 13ª. Calle Oriente y su nombre “El Bejuco” se debió a que en el paredón donde se formó la poza, habían varios árboles frondosos y de ellos pendían varios bejucos grandes en los cuales nos columpiábamos y lanzábamos al agua. Habían chamacos “Pícaros” pero no bandidos, ni drogadictos como hay en la actualidad y nunca hubo un ahogado que yó recuerde.
“LA POZA GOTEADORA”
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Mas abajo, siguiendo por la quinceava avenida norte y más o menos a la altura de la 3ª. Calle Oriente y que era la salida del camino viejo para Tuxtla Chico, estaba la poza “La Goteadora” llamada así porque se encontraba debajo del peñasco y de éste escurrían constantemente gotas de agua, no todos nos atrevíamos a bañarnos en ella, pues por estar en la sombra era bastante oscura y nos daba “cus cus” (miedo) a los chamacos chicos.
Ultima tienda en la Salida para Tuxtla Chico, hoy 3ª. Calle Oriente.
“EL RIO CAHUACÁN”
En el Cahuacán, antes de que pasara la carretera costera y arriba de donde está el actual puente de la costera, por el rumbo de la “Tía Munda” (Era una parada donde se comía cuando se iba para Tuxtla Chico ó Cacahoatán) había un puente de madera, con barandales y techo de lámina, decíamos con “capacete” bajo el cual había una poza bastante profunda las personas se tiraban al agua desde los barandales y hubo algunos que lo hacían desde “El Capacete”.
Cabe recordar que el paraje de la “Tía Munda” estaba en una subida del camino que eran brechas y en tiempos de agua se tenía que pasar antes de las doce del día, pues a esa hora empezaban las lluvias y ya no era posible subir en camión la “subidita de la “Tía Munda” los viajeros pasaban a comer en ése lugar, que se consideraba como medio camino entre Tapachula y Tuxtla Chico.
Siguiendo el curso del río Cahuacán, como a dos kilómetros hacia abajo del puente nuevo de la carretera costera, había una poza frente a un paredón bastante alto y liso que la gente llamaba “La Escarpa” a ésa poza llevé en varias ocasiones a mis amigos Manuel Rivera Selvas, Q.e.p.d. y a su hermano el Lic. Oswaldo. Recuerdo un caso insólito que me sucedió, yá que en un camalotal debajo de un árbol muy grande de amate habían muchos “macuces”, les dije: Vamos a cortar un poco y los llevamos para la casa son muy sabrosos
en el cocido de res, en eso estábamos, cuando de pronto sentí un fuerte golpe en la espalda que me dejó medio mudo y al momento veo que un gran garrobo de esos que se les dice “Dorados” era lo que me había caído encima, posiblemente se le rompió la rama donde dormía ó se asoleaba como es la costumbre de éstos reptiles, con tan mala suerte para mí, me dio un tremendo susto que aún cuando han pasado muchos años, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer.
Cabe hacer notar aquí, que con mi compadre Antonio D´lia Capurro, sus hijos Alonso y Armando D´lia Sánchez y otras personas, muchas veces fuimos a pescar a los ríos, con atarraya, a pura mano “cueveando” y echando bombas a las pozas para agarrar a los peces, éstas bombas las hacía mi compadre, con clorato, azufre, cañuela y jabón, ésta manera de pescar estaba prohibida por las autoridades, pues decían que, las bombas mataban hasta las crías más pequeñas y que se iban a acabar los peces; que yó sepa, nunca se acabaron los peces por ésta práctica, en cambio los peces, camarones y cangrejos se han ido acabando por los detergentes para lavar ropas y trastes, y, detritus fecales, que arrojan a los ríos, las personas que han ido a vivir a sus márgenes con la anuencia de nuestras autoridades ambiciosas y corruptas, que siguen promocionando asentamientos humanos en lugares prohibidos y de alto riesgo y no hay nadie que ponga un freno a éste proceso destructivo.
Señores “huacaleros”, ¿No les gustaría a ustedes poder ir con sus hijos a bañarse a los ríos, como se hacía en mi época de chamaco? ¿Será cierto lo que dicen, que todo tiempo pasado fue mejor?
Debemos de exigir a las autoridades Municipales, Estatales y Federales, la construcción de un “Drenaje Profundo” en Tapachula aprovechando el declive natural y pronunciado que tiene la ciudad y dejarse de hacer obras de relumbrón, así como un servicio eficiente y suficiente de agua “potable si es posible”, para esto les doy un “Tip” Hay un lugar apropiado rumbo a las fincas cafetaleras exactamente donde se hizo el puente de ”Mal paso”, en ése lugar se encuentran a ambos lados del río, dos enormes Montañas en las cuales se pueden afianzar las bases de una cortina y hacer una enorme presa en el Coatán, con lo que se generaría corriente eléctrica, habría agua suficiente para la ciudad, serviría para riego y se podrían controlar las “crecientes” que hoy ya son un constante peligro para las personas que han inducido ustedes a poblar dentro de los dominios del río. PIDO A NUESTRAS AUTORIDADES QUE ESTUDIEN ESTE ASUNTO, ES FACTIBLE, TOMAR EN CUENTA QUE TAPACHULA PRONTO SERÁ PUERTO DE MAR Y FUTURA CAPITAL DEL MUNDO.- (Ya estamos por llegar al primer millón de habitantes.)
Puente “Mal Paso” sobre el río Coatan, carretera a la zona cafetalera
de Nueva Alemania”
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Vista del río “Coatán” desde el puente de Mal Paso, tiempo de secas.2010.
El Sr. Enríque Zamora García, en el puente de “Mal Paso” (23-IV-2010)
“EL AGUA ES LA VIDA, Y, SIN LA VIDA NO SE PUEDE VIVIR”
La frase anterior, la repetía constantemente Don José de la Crúz, una de las primeras personas ó talvez la primera que empezó a vender que yó recuerdo, agua electropura en Tapachula, en el siglo pasado.-
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felicitaciones por el relato y hacerme recordar buenos momentos en la finca de mi bisabuelo Catarino Agueda, saludos
ResponderEliminarno pos nada msa queria los rios no un monton
ResponderEliminarde informacion>:v
x2 xd
Eliminarque hermoso relato, habrá forma de poder hacer una entrevista al autor, a la fecha de hoy?
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