“EL BUEN VECINO “ ( II )
Para corroborar que las guerras han sido el mejor negocio de los E.U. me permito hacer del conocimiento de nuestros pueblos, el pasaje que se describe en el Capítulo XIII, Págs. 118 y 119 del libro “Los indios en las clases sociales de México”, escrito por Ricardo Pozas é Isabel R. de Pozas.
Haciendo un poco de historia, como ya se dijo, las desigualdades en el desarrollo general, que se manifiestan entre las metrópolis y sus satélites, se originaron en la lucha entablada, (bajo los acicates del beneficio y la competencia) entre los países más fuertes conquistadores y colonizadores de grandes regiones de tierras. En esa larga lucha para apropiarse de los metales preciosos y las materias primas y, más recientemente, de los alimentos y los productos agrícolas, (actualmente el petróleo), los E.U. de Norteamérica, alcanzaron, (y siguen alcanzando) uno de los primeros lugares.
La lucha de los grupos internacionales, financieros e industriales, por la redistribución de las tierras, las materias primas y de los mercados del mundo, fue lo que provocó la primera Guerra Mundial y las crisis recurrentes del capitalismo, dieron origen a la Segunda.
Los EE.UU. con una gran capacidad de producción y una creciente inventiva, se convirtieron durante la segunda guerra mundial en los proveedores de materiales y servicios de guerra; su muy tardía intervención armada y su situación geográfica alejada de los campos de batalla, determinaron el que se colocara en el primer lugar y desplazaran a la Gran Bretaña, en el liderato del monopolio financiero internacional.
Al iniciarse la segunda mitad del Siglo XIX, ninguna burguesía en el mundo había logrado acumular tanta riqueza en tan poco tiempo, como lo hizo la de los E.U. de Norteamérica: con el exterminio de los indios para apoderarse de sus tierras; con la expansión lograda arrebatándole a México 2’262,866 kms. cuadrados en 1847; con la venta forzada que les hizo Santa Ana de 109,674 kmts. cuadrados, del territorio de La Mesilla. Con lo anterior los E.U. obtuvieron los medios necesarios para realizar su crecimiento económico dentro de sus fronteras, con la posesión de praderas, bosques, minas, ríos navegables, mano de obra barata, (de mexicanos, chinos y negros, que trataron como animales) y con las inversiones extranjeras.
Con respecto al aniquilamiento de los indios, se calcula que al tiempo de la colonización Inglesa de Norteamérica existían en el territorio unos 2’400,000 los cuales fueron casi totalmente exterminados, pues se llegó a decretar en Nueva Inglaterra, que se pagaría la suma de 40 libras esterlinas, por cada piel roja que mataran, cantidad que se elevó posteriormente a 200 libras y qué, tratándose de mujer o niño, se reduciría a la mitad. (En ésa época una familia inglesa, vivía un año con 6 libras esterlinas, por lo que cualquiera que tuviera un arma se dedicaba a cazar indios inmisericordemente).
“El matar hombres, mujeres y niños por negocio, es desde entonces, algo característico de las clases dominantes, de nuestros buenos vecinos del norte”.
Espero que de alguna manera las naciones del “Mundo Libre” se unifiquen en contra de los E.U. y encuentren la manera de que éstos asesinos tengan la horma de su zapato.
A los ciudadanos de todo el mundo y de todas las razas y credos, les digo, los EE.UU. o sea los gringos, se alimentan de los lamentos y desgracia de los hombres, mujeres y niños, victimas de su política de rapiña y de las guerras que aquellas provocan.
A los gringos les recomiendo, que tomen en cuenta, que ya no podrán vivir en paz en ninguna parte del mundo, y qué, si se les odia, es porque se lo han ganado a pulso, al matar hombres, mujeres y niños por negocio.
Al que obra mal, como Bush, que se le pudra el mush. (Ombligo).
Espero que no vayan a sospechar que soy terrorista, y si lo hacen, ni modos.
17 noviembre 2011
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