“ZOMBIS
O DOMESTICADOS”
Leyendo el
libro “México Negro”, del escritor mexicano Francisco Martín Moreno, se da uno
cuenta de que hay mucha similitud en la forma o procedimiento que se adueñaron
nuestros queridos vecinos “LMV” del Petróleo y la Minería, en tiempos de Don
Porfirio Díaz Mori y nuestro actual Presidente Enrique Peña Nieto.
Pongamos por
ejemplo el caso del agricultor José Guadalupe Montoya dueño de un rancho
llamado “Los Limoneros”, quien después de mucha lucha logra que no le quiten su
rancho: (Ver parte pag.58 y 59)
Diez días
después, José Guadalupe Montoya, dejaba cinco gruesas de naranjas en el piso
lodoso de su puesto en el Mercado Municipal de Tampico. En ese momento cuando
de cuclillas soltaba los nudos de los huacales para hacer pequeños montículos
con la fruta de Los Limoneros, advirtió una fuerte patada en la espalda que lo
proyectó contra su fruta, perdiendo el sombrero con el impacto. ---Voteáte,
cobarde Guadalupe----dijo una voz imperiosa y prepotente--, Tú no eres de los
nuestros. Bien qui sabias qui yo tenía qui en la compañía de la Chinampa y qui
dejaba el jacal solo y ahí ti juites a meter con mi esposa pa comprarla con
todos los qui ti dieron por rentar tus malditos Li moneros. Aquí tengo en el
morral todavía algunos centavos qui ayer li nditespa qui si acostara contigo,
maldito traidor de los demonios.
---¿Quién es asté?--- preguntó perplejo y atónito José
Guadalupe, al tiem`po que se incorporaba sorprendido y se limpiaba las manos en
su humilde camisa de manta---, Por Diosito santo, qui no me dejará mentir, le
juro quí yo a asté ni lo conozco. ---A mi no, claro está, pero bien qui conoces
a mi esposa porque tu vas a mi jacal cuan yo ni estoy.
---Qui va ---repuso mortificado, percatándose que muchos
marchantes y dueños de puestos se acercaban a presenciar un nuevo pleito en el
mercado ---Yo ni conozco tampoco a tu esposa---dijo nervioso cuando percibió la
posición extremista e intransigente de su agresor.
¡Cobarde! Ti
dije y te lo repito, nomás niegas ahora todo lo qui haces.Acabates con lo que
más me importaba en la vida y pusites en vergüenza a mis hijos y a mi: Bien qui
sabias qui es ley sagrada en nuestra tierra meterte con la esposa de cualquiera
de nosotros. Bien sabes qui nen la iglesia siempre nos repiten qui no desearas
la mujer de tus iguales, y tu, malvado cabrón, no solo la deseates, sino qui
también la violates, y la tuvites contigo todas las veces quisi ti dio tu
chingada gana.
Yó ni te
conozco . ni se de lo qui mi hablas. Has de haber tomado mucho pulque t mi
andas confundiendo, porque yo no tengo qui ver contigo ni con la qui dices que
es tu siñora. Aquí todos mi conocen y a
mi edad ya ni puedo ni debo andar por esos malos caminos---se volteó para abrir
un nuevo costal de naranjas y restar importancia al pleito callejero cuando
escuchó el grito estremecedor de una mujer. ----¡ Cuidado, José, ti va a matar!
---la voz estridente rezumbó con eco trágico e insistente a lo largo y a lo
ancho del mercado. Con instintiva rapidez volteó para encontrarse con el viaje
violento y veloz de un machete que fue a encajarse en su hombro derecho, José
Guadalupe, profirió un grito desgarrador.
Si embargo, antes de que los vecinos del lugar pudieran intervenir, y
ante el estupor de los concurrentes,el mismo brazo asesino descargó con certera
violencia un segundo golpe que perforó con facilidad la camisa de manta del
indio, así como el abdomen. El campesino, con los ojos llenos del azúl del
cielo, se sujetó desesperadamente al mango del arma , negándose a aceptar la
fal realidad. Su mirada era infinita. De su boca desencajada y floja ya no
alcanzaba a salir palabra alguna. Lentamente cayó al piso encharcado y fétido
del improvisado local.
El asesino
aprovechó la confusión y huyó precipitadamente. Despues de cabalgar por más de
tres horas, se ocultó en una choza de pescadores, a un lado de Tampico,
propiedad de uno de sus hermanos que trabajaba de capataz en una de las muchas
haciendas petroleras de la región. (Fin).
(Los autores intelectuales, fueron los mismos que en la
embajada de USA en 1913, fraguaron el asesina de Francisco y Madero.
Sr. Enrique Peña Nieto. ¿Lo sabía? Y si no lo
sabía que pena. Pero eso no quita la "Partida de moder que nos dio a los
mexicanos que amamos y queremos a México con entregarle a la maldita vecindad
el petróleo”.
Lo que sigue, es un ejemplo del pensamiento y
conocimiento que tienen de México y los mexicanos nuestros queridos vecinos y
que espero sirva de algo en el futuro.
"El
secretario de Estado de U.S.A. Richard Lansing en 1924, le sugirió al
presidente republicano de los E. U. Calvin Coolidge (1923/1929) lo siguiente:
México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta controlar
a un solo hombre, El Presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la
presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría, otra vez a
la guerra. La solución necesita más tiempo. Debemos abrirles a los jóvenes
mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo
de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y el respeto al
liderazgo de los Estados Unidos. México necesitará de administradores
competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos
importantes y, eventualmente, se
adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un
centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y LO HARÁN MEJOR Y MÁS
RADICALMENTE QUE NOSOTROS."
Sr. Peña,
usted es de éstos traidores, modificó el Art. 27 constitucional para poder dar
El Petróleo y Minerales a los USA la maldita vecindad. Y todavía se pregona
mexicano, se ve que no ha leído las relaciones con nuestro vecino del norte.
Posiblemente los gringos no manden matar a los dueños de predios petrolíferos,
pues usted las va expropiar para dárselas a nuestros queridos vecinos y le
dirán: Muy agradecidos, Muy agradecidos, estamos en lo dicho $$$$$ mi buen
Quiqe.
RESPETUOSAMENTE: Enrique Zamora García.
Blog: comentariosagranelzagar.blog
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