LA CAIDA DEL PALO DE MANGO AMATILLO.

“Caída del palo de Mango Amatillo” En los potreros que por cierto eran muy grandes, había también algunos árboles frutales, entre ellos mangos de diversas clases, aguacates, caimito, nance, etc., Recuerdo que habían palos de mango de “Coche” que dice muy corriente, pero es el mejor pues se puede comer sazón, verde ó maduro, pues no quema la boca, como lo hacen los mangos dizque de “clase”. En cierta ocasión me subí a un árbol de mango “amatillo” que es muy sabroso y que cuando era chamaco, estando el mango maduro lo golpeábamos bastante hasta que sentíamos que su carne se hacia suave o liquida, la cáscara es muy resistente, le hacíamos un agujero en la punta y nos los comíamos a chupetes. Pues bien, en cierta ocasión me subí a cortar mangos a un palo de mango “Amatillo” en un potrero algo alejado del casco de la hacienda, estando arriba, ví unos mangos que me parecieron mejores que los que tenía a mi alcance, recuerdo que para alcanzarlos, caminé sobre una rama y al inclinarme para poder alcanzarlos, la rama en que estaba parado, se abrió hacia a un lado y no pude alcanzar los mangos y hay voy de cabeza para el suelo, no sé como le hice, pero evité caer de cabeza y caí de espaldas sobre un zacatonal que me amortiguó el golpe, pero no evitó que se me saliera el aire y estuve un buen rato sin poder respirar bien, pasaron algunos minutos para que me repusiera y me sintiera bien, casi siempre andaba solo, pues mi hermana no tuvo familia y por consiguiente creo que tuve mucha suerte y que gracias a Dios no estiré la pata en ésa ocasión.